1. La educación hace personas y es el camino que permite construir una sociedad desarrollada, justa y sostenible.
2. Los líderes son los agentes principales del desarrollo humano económico y social.
3. Hay que contribuir también, desde la sociedad civil, a que los mejores talentos, independientemente de las circunstancias económicas, familiares y sociales donde se encuentren, accedan a la mejor educación.
4. España, a pesar de su desarrollo económico, sigue siendo uno de los países desarrollados donde el índice de desigualdad intergeneracional tiene una mayor influencia sobre el nivel educativo, ocupacional y económico futuros.
5. El sistema educativo superior español en general y el universitario en particular, permiten ofrecer una educación superior de alto nivel y alcanzar la excelencia a las personas de talento y compromiso máximo.
1. Apoyar financieramente y tutelar a jóvenes preuniversitarios con altas capacidades y rendimiento demostrado pero sin recursos económicos, y sin la visión ni el apoyo moral, propio ni de sus familias, a cursar estudios superiores.
2. Construir una ‘cadena de solidaridad’ en el futuro para que de forma voluntaria puedan, estos beneficiarios, seguir apoyando a otros candidatos similares en sus características y condiciones.
3. Contribuir con el trabajo de dichos premiados al desarrollo económico y social de las sociedades en las que se establezcan.
4. Involucrar a la sociedad civil en un apoyo más directo, financiero y de tutela, a las futuras élites ayudando a personas que por su debilidad financiera, cultural o familiar, nunca hubieran podido acceder a los estándares de excelencia educativa que por meritocracia merecen.