
23 Jul Inauguración Fundación Dádoris
Loom House Tapices Madrid, 2 de julio de 2018.
El pasado dos de julio celebramos la inauguración de la Fundación Dádoris.Decimos que es una fundación para apoyar a jóvenes extraordinarios, con talento pero sin recursos económicos para poder alcanzar estudios superiores.
Contado así, es cierto, pero insuficiente. Es como aquel cantero al que le preguntaban qué estaba haciendo y contestaba que ponía piedras en una pared.
Mejorar las perspectivas profesionales de cinco personas hoy, y quién sabe, ¿100 o 200 personas en 10 años? Está bien, pero, ¿eso es todo? ¿Es suficiente? Yo sueño con que estamos haciendo más, mucho más que cambiarles la vida a una serie de personas extraordinarias; buscamos producir un impacto mucho mayor.
Queremos desarrollar una sociedad mejor en España, buscamos líderes que con su ejemplo demuestren que valores como excelencia, esfuerzo, ambición siguen vivos, independientemente de las circunstancias económicas de su familia y entorno. Únicamente sobre la base de una sociedad meritocrática podremos, no solo mantener nuestro estado de bienestar, sino mejorarlo. Somos como el otro cantero: no ponemos piedras, levantamos una catedral.
Todos sabemos que esto es cada vez más difícil en nuestra sociedad. Que cada vez hay más barreras para que el mérito surja de entornos y familias en precariedad económica.
Y tenemos que provocar el cambio. Para empezar, involucrando a la sociedad civil en esta misión. No podemos delegar totalmente la educación y el apoyo a estas personas solo en las Administraciones Públicas, en el Estado. Para estos casos, ni es el camino más eficiente ni, por supuesto, el más eficaz.
Además, tenemos que luchar contra el paradigma actual de que hay una contradicción entre equidad y excelencia en la educación. Hay que explicar y demostrar que no son términos contrapuestos, sino complementarios, necesarios ambos en la educación.
Y estos mensajes, estas acciones, se ponen realmente en marcha a través de líderes. Son los líderes los que mueven el mundo.
En mi experiencia lo he visto claro: las organizaciones que demuestran éxito auténtico y duradero son aquellas lideradas por personas con el talento, el empeño y las ganas de transformarlas, las que son capaces de hacer realidad un sueño.
Y miro a los miembros de este patronato y de su equipo directivo, y veo en cada uno hay un líder. Sois líderes, habéis sido líderes de proyectos que han cambiado la vida a muchas personas y que han tenido un impacto extraordinario en la sociedad creando riqueza y oportunidades para muchos.
Y esa es la catedral que queremos construir poniendo estas piedras. Buscamos a esos líderes, a esos ejemplos de talento, excelencia y esfuerzo, para que con sus resultados demuestren que esta sociedad sigue favoreciendo el mérito.
Pero queremos más, queremos alterar la escala de valores: por ejemplo, queremos que se valore que los deberes son superiores a los derechos. Que nuestros becarios, al recibir nuestras becas, entiendan que no ejercen un derecho sino que adquieren el deber de esforzarse, de brillar, de alcanzar la excelencia y, cuando alcancen su meta, el deber de seguir ayudando a otros, en concreto a personas con perfiles similares a los suyos, y a la sociedad en general.
Queremos que sientan que, cuando se cumple con ese deber, la satisfacción íntima es muy superior a la que se siente reclamando meramente que se les otorgue un derecho.
¿A qué suena diferente e innovador frente al discurso habitual que escuchamos habitualmente? Esas son algunas de las piedras con las que queremos construir nuestra catedral.
¿Y cómo empezamos?
Estos son los nombres y méritos de los 5 candidatos a los que vamos a ayudar, financieramente y con mentores: Salma y Sara Toufani; Jesús Sevilla, Ioana Tiselita y Hugo Iglesias.
Salma y Sara estudiarán en la Universidad de Salamanca, medicina y odontología. Sus notas de bachillerato, por encima del 9,75 sobre 10 así lo acreditan.
Jesús estudiará ciencias físicas en la Universidad de Valladolid; su 13,46 de nota de acceso se lo permite.
Ioana irá a Salamanca también, a estudiar filología inglesa. Con su 9,75 también se lo merece.
Y Hugo estudiará en la Universidad de León ingeniería informática. Su talento podrá, por primera vez, trabajar sin las angustias económicas presentes.
Todos ellos cumplen con los requisitos económicos de la beca (menos de 3.500 euros de ingresos por miembro de la unidad familiar). Sin la beca, sería imposible para sus familias hacer frente al coste de la estancia y estudios fuera de sus casas.
Creo que queda claro que empezamos con fuerza.
Para terminar, quiero animaros a que sigáis apoyando financieramente y difundiendo nuestra, vuestra, fundación.
Necesitamos estrellas para seguir adelante. Queremos ser estrellas y queremos que seáis estrellas. Pero no cualquier tipo de estrellas. Las hay fugaces: bellas y resplandecientes, pero breves. Dejan un buen recuerdo, pero ahí se quedan. Ojalá mis palabras hoy no se queden en simples estrellas fugaces.
Necesitamos estrellas como el sol. Estrellas que dan vida, que brillan cada día y que cada día inundan de vida el mundo. Por favor, sed estrellas como el sol.
Gracias a todos y bienvenidos.
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